¿Es real el efecto de las gafas amarillas virales?
11/11/2025
Entrevista del Diari de Terrassa a la decana de la Facultad de Óptica y Optometría, Aurora Torrents.
Aunque se les atribuyen numerosos beneficios, los expertos advierten que no hay evidencia científica de que las gafas con filtro de luz azul protejan la vista ni reduzcan la fatiga ocular.
En las últimas semanas, las gafas con filtros de luz azul se han convertido en tema de conversación en todas partes. El debate estalló a raíz de las declaraciones del futbolista Marcos Llorente, quien explicó que utiliza gafas con lentes amarillas durante el día y rojas por la noche para “proteger su biología” y evitar los efectos de la luz artificial.
Pero, ¿hay base científica detrás de estas afirmaciones?
“No hay pruebas suficientes de que reduzcan la fatiga visual”
Para aclararlo, Aurora Torrents, decana de la Facultad de Óptica y Optometría de Terrassa (FOOT), es tajante:
“Si nos basamos en datos contrastados, no hay pruebas suficientes para afirmar que los filtros de luz azul reduzcan la fatiga visual”.
La sensación de descanso que algunas personas notan “no se debe a la eliminación de la luz azul, sino a la reducción del brillo”. Esta sensación puede venir tanto del filtro como del tratamiento antirreflectante de las lentes.
En otras palabras, es una cuestión de confort, no de eficacia óptica. “Es como si te pusieras unas gafas de sol: ves más suave, pero no porque filtren la luz azul”, añade.
La retina, en realidad, no necesita protección
Uno de los principales reclamos comerciales de estos productos —y del propio futbolista, que los vende a través de su marca— es que protegen la retina. Torrents lo desmiente rotundamente:
“No existe ningún estudio en humanos que demuestre que sea necesario proteger la retina de la luz azul”.
Las pruebas existentes se han realizado con animales y con radiaciones mucho más fuertes que las de las pantallas. “Las pantallas emiten luz azul, sí, pero en cantidades muy pequeñas. No hay evidencia de que esto pueda dañar la retina ni provocar estrés visual”, explica.
La única excepción: el descanso nocturno
Aun así, Torrents admite una posible utilidad en personas con problemas de sueño.
“En algunos casos, reducir la exposición a la luz azul por la noche puede ayudar a mejorar la calidad del descanso”.
La luz azul interfiere en la producción de melatonina, la hormona que regula el ciclo del sueño. Por eso, evitar pantallas antes de ir a dormir es mucho más efectivo que comprar gafas especiales.
¿Por qué se nos cansa la vista?
Cada vez más jóvenes se quejan de vista cansada, pero según la óptica, la causa no es la luz azul, sino el cambio de hábitos visuales.
“Nuestro ojo evolucionó para ver de lejos. Ahora pasamos horas frente a pantallas, forzando la visión cercana”.
Esto, sumado a parpadear menos, una iluminación inadecuada y malas posturas, provoca el conocido síndrome visual digital.
La solución, dice, es mucho más sencilla y barata que comprar gafas:
“Aplicar la regla del 20-20-20: cada 20 minutos, mirar durante 20 segundos a unos 6 metros”.
También recomienda trabajar con buena luz ambiental, ajustar la postura y evitar pantallas antes de ir a dormir.
Los filtros coloreados, solo para casos médicos
Finalmente, Torrents puntualiza que existen filtros coloreados más intensos, como los de color naranja, útiles solo en casos de degeneración macular asociada a la edad o baja visión.
“Estos filtros eliminan la luz azul, pero también distorsionan los colores y no son comparables a los filtros comerciales suaves que se venden por internet”.
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